El Mastiff está entre las razas más antiguas de perros y de ella provienen muchas otras. Perros similares al Mastiff eran muy apreciados por los babilonios hace más de 4.000 años, y ya estaban establecidos en Gran Bretaña desde la época de Julio César. Su nacionalidad es de Gran Bretaña pero en su origen desciende del Mastín del Tibet introducido en Europa por la civilización fenicia en el Siglo VI a.c. Se han encontrado dibujos y relieves con las características de la raza que datan del 2000 a.c.

En el pasado solía ser utilizado como perro de combate en circos y batallas. Luego guardián de rebaños y haciendas contra osos y grandes animales.

En el año 1800 los ingleses lo llevaron a Norteamérica, donde rápidamente adquirió prestigio por su fuerza y valor.

La historia del Mastiff tiene su más romántica y bella referencia en la estirpe de «Lyme Hall» que nace con una hembra perteneciente a Sir Pearce Leigh, al que acompañó en tierras francesas durante la batalla de Agincourt, celebrada el 25 de Octubre de 1415.

Herido de gravedad, Sir Pearce fue protegido y cuidado por la perra hasta ser trasladado a París por sus amigos, donde allí murió. Su cuerpo fue enviado a Inglaterra junto con la perra y sus cachorros que había dado a luz.

Los descendientes de Sir Pearce continuaron criando durante siglos esta línea de perros en la mansión de Lyme Hall hasta el comienzo de la 1ª Guerra Mundial en 1914.

El O.E.M.C (Old English Mastiff Club), club dedicado en Gran Bretaña a la raza, fue fundado en 1883 erigiéndose como uno de lo pioneros y habiendo alcanzado ya una existencia centenaria.

El Mastiff tal y como hoy día lo conocemos es el producto de la cría realizada durante el siglo XIX (The Mastiff and Bullmastiff Hand Book, 1988).

Actualmente se emplea como perro de guarda, de defensa personal y de compañía familiar.

La raza Mastiff es una combinación de grandeza, dignidad, y valentía; calmado y afectuoso hacia su dueño, pero capaz de proteger. Es una mascota de buenos modales pero necesita suficiente campo para estirar su largo cuerpo. Es una raza extremadamente leal y fiel a su familia y muy bueno con los niños. Puede ser, sin embargo muy celoso en la protección de sus dueños y debe ser manejado sensatamente, puesto que es excepcionalmente poderoso. Cuando un visitante desconocido entra en el hogar, el Mastiff se pondrá entre su dueño y el visitante hasta que su dueño haya reconocido al visitante en una forma que demuestre compasión o parezca amistosa.

En todas las etapas de desarrollo, el Mastiff debe mostrar las características de la raza de masividad y tamaño, y de movimientos pesados. El Mastiff es un perro particularmente grande que exige una dieta y ejercicio correctos. No se recomienda correr excesivamente durante los primeros dos años de vida del perro, para no dañar las placas de crecimiento en las articulaciones de este perro pesado y de rápido crecimiento, que en alguna semana puede aumentar más de 8 kgs. Sin embargo, el ejercicio regular debe mantenerse durante toda la vida del perro para desalentar el comportamiento perezoso y prevenir una serie de problemas de salud.

Se recomienda una superficie suave para que el perro duerma para evitar el desarrollo de callos, artritis e higroma (una inflamación inflamatoria aguda). Debido al gran tamaño de la raza, los cachorros pueden ser asfixiados o aplastados por la madre durante la lactancia. Una caja de parto, junto con un monitoreo cuidadoso, puede prevenir tales accidentes.

La vida promedio del Mastiff es de aproximadamente 7-9 años, aunque no es raro que algunos vivan entre 10 y 11 años. Los principales problemas de salud de un Mastiff son la displasia de cadera y la torsión gástrica. Otros problemas de salud serían obesidad, osteosarcoma y cistinuria. Los problemas que solo se encuentran ocasionalmente incluyen cardiomiopatía, alergias, hiperplasia vaginal, ruptura del ligamento cruzado, hipotiroidismo, TOC, entropión, atrofia progresiva de la retina (ARP) y retinopatía multifocal (CMR) y mielopatía degenerativa (DM). Al comprar un Mastiff de raza pura, se sugiere que el perro se someta a pruebas de displasia de cadera y de codo, de tiroides, ARP, CMR y DM.

Un Mastiff puede mantenerse en un piso, pero se debe tener cuidado para hacer suficiente ejercicio. Los Mastiffs deben alimentarse 2 o 3 veces al día; se estima que una comida grande por día puede aumentar la posibilidad de torsión gástrica.